Todo empieza indican, con una idea, una idea puede cambiar
el mundo como también destruirlo, nos puede gobernar como también separar, es
el caso del punto de partida que usa
Anibal Quijano para explicar cómo funciona y en que se fundamenta la “Colonialidad del Poder”, “la idea de
raza” no queda en la diferenciación biológica, social de los pueblos
“dominados”, la idea de raza como tal promueve un cambio estructural, desde su imposición
externa de la idea de raza, para luego ser aceptada internamente; como una
nueva estructura política, económica,
social, educativa, cultural, etc.
Al final muchos ni cuenta nos damos de lo que sucede en
nuestro alrededor, vivimos realmente
cegados de mucho, es más realizado por propia voluntad, ya que no nos interesa saber no hablar acerca de ello. Es como si hubiésemos
pasado previamente por un proceso de concientización, de internalización y de
aceptación hasta la defensa de lo que consideramos como “normal, “la
realidad”.
Un largo
proceso que ahora ve sus frutos con gente desinteresada por cambiar o por lo
menos conocer esta situación que
atravesamos. Creo que mucho de ello se
debe a la educación que recibimos desde muy pequeños. Tenemos
un sistema educativo que no se
enfoca en la realidad nacional y mundial,
es como vivir un engaño, solo preocuparnos por nuestras vidas y nuestras vidas. Estoy seguro
que somos “victimas” de aquella
educación bancaria que bien lo explica “Paulo Freire en la Pedagogía
del oprimido”, y es que nos forman para
ser contenedores de conocimientos y más
conocimientos, sin relacionarlos con lo que pasa en nuestra localidad, mucho menos en el mundo.
Pienso que ello como tal es el efecto de como el sistema dominante maneja los
destinos de los pueblos aun “subordinados”, aun subordinados digo porque si
antes era mediante el derramamiento de sangre y por la fuerza que nos sometían sus
antojos, hoy se hace a propia voluntad de los “afectados” A más que la autonomía
se pierde por las múltiples millonarias deudas externas en las que nuestros
países están sumergidos. Por ello se mantiene la dominación no solo económica
también educativa y cultural.
En tal
sentido la “idea de raza” más que una idea es un “pretexto” para mantener la
colonialidad del poder y con ello
toda una serie de reformas e
implantación de una nueva lógicas de vida e intersubjetividad.
Por otra parte, cada pueblo es sin duda un caso particular
de quienes han hecho frente a todo este
proceso de asimilación y homogeneización y algunos otros aceptaron tal
imposición y es ahora que al mirarse ante un espejo cultural no se ven a ellos
mismos, sino se ven como europeos en
tierras sudamericanas.
Finalmente, la idea de raza como indicamos cobra más sentido que una
idea, es un forma de vivir, claro, hoy no se habla específicamente de raza como
tal, pero se actúa como si verdaderamente el ser diferentes nos hiciera menos o
más que otros. Por ello la reflexión está dirigida en el sentido de que, una idea que tiene
poder nos gobierna, nos dirige y nos
separa.